Parece que ya nadie se acuerda del servicio y entretenimiento que dio en su momento. Es una pena que el terreno esté sin aprovechar. No se si pensaban reservar el espacio para la piscina, pero ahora que se ve una construcción de este tipo como un excesivo gasto, quizás se podría retomar su antiguo uso como tirabolas.
Ya no será lo mismo, no nos podremos volver a juntar todos los que allí jugábamos, pero podría volver a ser un sitio de práctica de golf, de encuentro, de diversión y entretenimiento.
Un recuerdo para Jose Pablo, que seguro que donde esté seguirá disfrutando del golf.