No quería terminar el año sin comentar esta foto. Los vecinos de Errementari bidea han cambiado la imagen de un árbol precioso por un muro de bloques de cemento con su cerramiento de metal para el que no tengo palabras. El árbol no molestaba antes y ahora tampoco hubiera molestado al nuevo cerramiento. Creo que estaba suficientemente alejado de la casa para que no desestabilizara el terreno, además al estar al norte de la casa tampoco quitaba sol a sus propietarios.
Solo me cabe pensar que a la gente no le gustan los árboles, no tienen la mínima sensibilidad por los elementos vivos, ni por la estética de la naturaleza.
Me da una pena tremenda.
jueves, 26 de diciembre de 2013
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