Después de cumplir los 50 años de navegación aguantando temporales y demás vicisitudes de la mar, el Artako por poco se rompe en la playa de Astondo.
El barco clásico estaba amarrado a la boya de Astondo y ésta se rompió del fondeo que los sujetaba.
Solo quedó el susto. La playa es segura, es fondo de arena, no era día de mala mar, siempre hay alguien atento que avisa y embarcaciones que apoyan el rescate. Al final se pudo sacar el barco, aunque nunca les sienta bien embarrancar.
La conclusión que sacaría Juanito es la de no fiarse nunca de una boya que no se controla y echar siempre un fondeo adicional. Pero creo que debería haber siempre una boya de cortesía en perfecto estado al socaire del muelle de Astondo. No solo para los barcos que esperan a la subida de la marea para entrar a puerto sino para algún barco de fuera que quiera fondear sin problemas.
jueves, 9 de abril de 2015
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Como se va a mantener una mínima instalación en Gorliz si todo el dinero público se va al "puerto" de Plencia.
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